La sal es una parte deliciosa y vital de su dieta. Agrega un sabor delicioso a los alimentos que come y ayuda a mantenerlos frescos. Pero centrarse en los alimentos bajos en sodio podría salvarle la vida.

Su cuerpo necesita sodio para regular los niveles de agua y ayudar a que sus sistemas muscular, circulatorio y nervioso funcionen correctamente. Sin embargo, consumir demasiado sodio ejerce una presión innecesaria sobre el corazón y los riñones, y puede aumentar drásticamente el riesgo de enfermedades potencialmente mortales. De hecho, la epidemióloga e investigadora nutricional Elena V. Kuklina, MD, PhD dice que comer una dieta alta en sodio y baja en potasio aumenta las tasas de mortalidad en un 50 por ciento. Esto es lo que más debe saber.

El problema de la sal

La sal es la principal fuente de sodio en la dieta, y aunque la mayoría de los expertos y estudios científicos recientes recomiendan solo 2,3 gramos por día, la mayoría de los adultos consumen alrededor de 3,4 gramos por día. Al igual que el azúcar, cada vez hay más pruebas de que la sal es una sustancia adictiva. Cuanto más come, más se le antoja porque sus papilas gustativas se ajustan a la cantidad de sal que consume con regularidad.

5 consejos para romper el hábito

Reducir su adicción al sodio puede ser más fácil de lo que piensa. Concéntrese en probar algunos de los sencillos pasos a continuación mientras planifica sus comidas y refrigerios semanales.

1. Evite los alimentos envasados

Evite los siguientes alimentos en futuros viajes de compras: refrigerios envasados, alimentos enlatados, fiambres, tocino, salchichas, alimentos congelados, salsas envasadas y condimentos como el ketchup . Los alimentos envasados son una de las mayores fuentes de sodio.

2. Cocinar en casa

Según la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU., en una dieta promedio, alrededor del 75 por ciento del sodio proviene de los alimentos envasados y de comer en restaurantes. ¿Cuáles son los alimentos envasados que compra con frecuencia? Intenta hacerlos desde cero en su lugar. Por ejemplo, la salsa fresca, el aderezo para ensaladas y la salsa para pasta se pueden preparar con un puñado de ingredientes simples y muy poca sal, y seguramente sabrán mejor que la variedad comprada en la tienda.

3. Pruebe los sustitutos de la sal

Reemplace la sal en su salero con otras especias interesantes, como ajo, curry, chile en polvo y hierbas frescas. Use más limón y aceites y vinagres con sabor en sus platos para darles fuerza y chispa. Pruebe una nueva especia cada semana para mantenerlo interesante. Solo asegúrate de que no contengan sal oculta.

4. Coma más frutas y verduras frescas

Las frutas y verduras enteras frescas no solo son alimentos naturalmente bajos en sodio, sino que una dieta alta en estos alimentos ayuda a aumentar la ingesta general de potasio, lo que ayuda a compensar los efectos hipertensivos del sodio.

5. Bebe más agua

Lleve consigo una botella de agua recargable dondequiera que vaya como recordatorio para beber más durante el día. Mantenerse adecuadamente hidratado ayudará a reducir los antojos de sal.

La mejor manera de romper cualquier hábito es dar pasos pequeños y graduales hacia una nueva forma de vivir y pensar. No intente incorporar todos los pasos anteriores a la vez. Haga un poco a la vez y recuerde que tanto sus papilas gustativas como su salud tardarán un tiempo en adaptarse. Mientras permanezca dedicado a reducir su consumo de sodio, su cuerpo se lo agradecerá.