Originaria de Suiza en el siglo XVIII, la fondue era una forma creativa para que los aldeanos remotos mejoraran el sabor de sus panes y quesos añejos durante los largos meses de invierno. Aunque ahora tenemos el lujo de los ingredientes más frescos, la fondue aún reúne a la gente para una comida cálida y comunal como lo hacía hace siglos. Disfruta de estas sabrosas recetas, y echa un vistazo a la etiqueta adecuada para evitar el faux pas de fondue.

La Fondue de Queso Tradicional, elaborada con vino blanco seco, se habría servido con cubitos de pan francés, pero también puedes probarla con diferentes panes o verduras cocidas, como lanzas de espárragos y tapas de champiñones. Para una ligera desviación de lo tradicional, pruebe Fondue de Espinacas y Alcachofas o Fondue de Queso y Whisky.

 

Una vez que haya sumergida su cena, sumerja su postre. Vitamix ofrece una variedad de fondues de postre, como Fondue de chocolate negro y frambuesa o fondue de chocolate blanco “Cheesecake”, mezcla de chocolate con una combinación de puré de frutas, licor y/o crema pesada que es perfecta para motear rebanadas de fruta, bizcocho o bizcocho, pretzels, malvaviscos o la última tendencia de sabor, cualquier cosa envuelta en tocino.

La fondue está pensada para ser una forma divertida, relajada e íntima de compartir una comida con sus seres queridos, así que no te tomes demasiado en serio. ¡Pero ten cuidado de no dejar caer tu comida en la fondue! La tradición dicta que el desafortunado que pierde su comida tiene que comprar una ronda de bebidas o la siguiente olla de fondue.