Hay muchas cosas que pueden contribuir a una noche de sueño inquieto; electrónica, horario de sueño irregular, estrés, ansiedad, enfermedad. La lista sigue y sigue, pero ¿cómo juega lo que comes en lo bien que duermes?

Si bien no hay un alimento específico que cure tus noches de insomnio, tomarse un minuto para evaluar tus patrones alimenticios puede sacar a la luz algunos hábitos que contribuyen a reducir el sueño. Éstos son algunos de los bateadores pesados:

  • Cafeína: Uno de los estimulantes más consumidos en el mundo, la cafeína se debe detener al menos 4-6 horas antes de acostarse. Esto incluye café, té, chocolate, refrescos e incluso algunos medicamentos.
  • Alcohol: Si bien puede quedarse dormido más rápido y profundamente por un tiempo, las investigaciones muestran que el alcohol altera sus patrones de sueño, especialmente en la segunda mitad de la noche. Cuanto más bebes, más notables son los efectos. 1-2 bebidas parecen tener un efecto mínimo.
  • Alimentos que causan acidez estomacal demasiado cerca de la hora de acostarse: Lo que desencadena la acidez estomacal puede ser diferente de persona a persona, pero aquí hay algunos alimentos comunes de los que no hay que dejar de lado unas horas antes de acostarse: bebidas con cafeína, alcohol, menta, ajo, cebollas, leche, alimentos que son grasos, fritos, grasosos o ácidos (como los cítricos y el tomate). Si vas a comer estos alimentos, espera 1-3 horas antes de acostarte y trata de mantenerte erguido para apoyar la digestión.

La siguiente pregunta lógica: ¿qué alimentos promueven el sueño?

La investigación sobre este tema es MUY joven, aunque prometedora. Los alimentos ricos en triptófano, melatonina y serotonina pueden ayudar a promover el sueño, aunque se necesita más investigación.

  • Los alimentos que contienen triptófano incluyen leche entera y 2%, atún enlatado, pavo, pollo, avena, queso, nueces y semillas
  • Los alimentos que contienen melatonina/serotonina incluyen cerezas agrias

Sin embargo, un punto clave aquí: no coma estos alimentos ni ningún alimento justo antes de acostarse. Esto puede llevar no solo a la acidez, sino que también puede meterse con el ritmo circadiano natural del cuerpo que regula el ciclo sueño-vigilia.

¿Qué más dice la investigación?

El mayor cuerpo de evidencia apunta claramente a una matriz saludable general para optimizar el sueño. Un patrón de alimentación que se enfoca en frutas, verduras, granos integrales, grasas saludables y proteínas magras proporciona al cuerpo los nutrientes necesarios para crear el ambiente adecuado para que tu cerebro y tu cuerpo duerman.

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